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Técnica del Conteo de Cartas

Extraído del capítulo IV del libro

Esta técnica tiene su historia, y la misma data de la década de 1960. El Dr. Edward O. Thorp, en 1962, revolucionó a los casinos estadounidenses al editar su obra cumbre: Beat the dealer, la que no tardó en convertirse en un best-seller, llegándose a vender de ella más de 300.000 ejemplares.

En el año 1966 se publicó la segunda versión de este libro, pero con algunas modificaciones que luego serán oportunamente analizadas para ser comprendidas.

Cinco años más tarde, en 1971, Lawrence Revere, con la asistencia del reconocido analista Julian H. Braun y respaldado por IBM Corporation, publicó Playing Blackjack as a business (Jugando Blackjack como un negocio), donde materializó el Revere Advanced Point Count (Conteo de Punto Avanzado Revere).

Como vemos, de la escuela del Dr. Thorp surgieron numerosos discípulos que a la vez desarrollaron y perfeccionaron distintos métodos de conteo que todavía se encuentran vigentes en la actualidad. Asimismo puedo afirmar con absoluta certeza que el conteo de cartas se puede llegar a aplicar de distintas maneras. Existe una Primaria, otra Intermedia y una Superior. En cualquiera de esas circunstancias y en lapsos necesarios para el pertinente análisis, se logrará el objetivo que anhela seguramente todo jugador de Blackjack: ¡VENCER AL DEALER!

En 1981, otro de los tantos discípulos, llamado Ken Uston, reservó los derechos correspondientes (Copyright) por la publicación de su libro Million dollar Blackjack.

Conteo de cartas: Análisis de su mecanismo.
Tipos y Niveles.

Para ir entrando un poco en materia, quiero empezar a explicar los motivos que conducen a la situación de prevalecer en el Blackjack usando la Técnica del Conteo de Cartas (card counting).

Sabemos que el total de cartas que tiene una baraja es de cincuenta y dos, de las cuales veinte suman entre los cuatro 10s, las doce “negras” (cuatro Js, cuatro Qs y cuatro Ks) y los cuatro Ases. Quedan, por otra parte, treinta y dos cartas denominadas Blancas. Las primeras veinte cartas mencionadas son aquellas que favorecen al jugador de Blackjack, y las segundas treinta y dos cartas (Blancas) son las que desfavorecen al jugador y por lo tanto terminan favoreciendo a la banca.

Si aprendemos, y podemos llevar un control de las cartas que salen, estaremos en condiciones de saber si queda en el sabot (shoe) en cuestión, mayor proporción de cartas favorables al jugador (10, “negras” y Ases) o desfavorables (Blancas).

Esto llega a ser posible a través del conocimiento y adecuada aplicación de una técnica de conteo que puede ser sencilla, para ser aplicada sin inconvenientes.

A estos se le llaman Conteos Primarios o Intermedios. Pero también existen otros Conteos Superiores que son mucho menos fáciles de aprender y por ende de aplicar.

Como lo dije oportunamente, cualquier tipo o nivel de conteo de cartas produce un desequilibrio asimétrico a favor del jugador debidamente entrenado, al cabo de determinadas horas de juego y teniendo en cuenta que disponga del capital necesario (bankroll) para poder llevar a cabo su implementación.

Volviendo al tema central, quiero explicar por qué me refiero a las cartas favorables y desfavorables. Si nos encontramos en una situación favorable (que hayan salido muchas cartas blancas y por lo tanto quedan en el sabot una mayor proporción de cartas “negras” y ases) plantaremos más, partiremos más, doblaremos más, rendiremos más (si lo permiten) y aseguraremos el As del dealer. Esto no significa que debamos ganar todas y cada una de las manos jugadas, pero seguramente a la postre terminaremos ganando una mayor cantidad de veces con relación a las que perderemos.

Cabe aclarar que cuando nos referimos a las cartas “negras” lo hacemos tanto para el 10 como para la J, Q y K, puesto que individualmente suman por igual diez puntos cada una.

Por otra parte, si nos encontramos en una situación desfavorable (que hayan salido muchas cartas “negras” y ases y por lo tanto quedan en el sabot una mayor proporción de cartas blancas) entonces plantaremos menos, partiremos menos, doblaremos menos, rendiremos menos (si lo permiten) y no aseguraremos el As del dealer. Tampoco esto significa que debamos perder todas y cada una de las manos jugadas, pero con absoluto conocimiento de causa, terminaremos perdiendo proporcionalmente una mayor cantidad de veces cuando estas situaciones se presenten.

Para definir con mayor precisión el concepto, es necesario poder determinar dos situaciones o estrategias claramente diferenciadas. Me refiero a la Estrategia de Apuesta (betting strategy) y a la Estrategia de Juego (playing strategy). La primera tiene que ver con la cantidad de fichas de valor que debo apostar en cada mano de Blackjack. Obviamente, cuando el jugador se encuentra en situación desfavorable lo más indicado es no apostar, o bien realizar la apuesta mínima necesaria. Cuando se encuentra en situación favorable este mismo jugador deberá aumentar el nivel de las apuestas, lo cual será directamente proporcional a la ventaja potencial comparada en ese momento. O sea que, apostaremos 1 ficha o ninguna (mejor) si potencialmente estamos en desventaja y 2 fichas o más si nos encontramos en una situación favorable.

Para llegar a determinar cuál es la mayor cantidad de fichas que se deberán apostar en una situación potencialmente favorable hay que tener en cuenta la cantidad de barajas con las que se desarrolla el juego. En algunos casinos estadounidenses del Estado de Nevada (Las Vegas, Reno, Lago Tahoe) se desarrollan juegos de una baraja (single deck) y dos barajas (double deck), mientras que en nuestro país la mayoría ofrece juegos de seis y ocho barajas (multiple deck).

En la siguiente tabla se establece la estirada de apuesta (bet spread) necesaria para cada tipo de juego en particular.

UNA BARAJA: de 1 a 4 Unidades

DOS BARAJAS: de 1 a 8 Unidades

SEIS BARAJAS: de 1 a 12 Unidades

OCHO BARAJAS: de 1 a 15 Unidades

Como vemos, las apuestas máximas tienen que ser como mínimo las indicadas precedentemente de manera de poder, no tan sólo compensar por una parte el balance negativo que producen el total de las apuestas en situaciones desfavorables, sino también producir el desequilibrio necesario para lograr, en definitiva, terminar prevaleciendo.

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